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Un perro salva a su dueño de morir congelado en la nieve

Un perro logró salvar a su dueño de la congelación manteniéndolo caliente durante 20 horas después de un accidente en la nieve. Sucede en los Estados Unidos, donde un golden retriever salvó la vida de Bob, de 65 años, el día de Año Nuevo.

El hombre, cuyo nombre es Bob, había salido al jardín a buscar madera usando sólo chancletas, una camiseta ligera y pantalones cortos, a pesar de que había nieve afuera. Mientras caminaba por el camino de entrada, apurándose por el frío, tropezó con el hielo y cayó al suelo.

El duro golpe causó que sus vértebras se aplastaran, paralizándolo. Aterrorizado e incapaz de moverse, el hombre comenzó a gritar pidiendo ayuda, sabiendo sin embargo que nadie podría venir ya que vive solo y que la casa más cercana está a un kilómetro de distancia. Su amado golden retriever, Kelsey, vino a rescatarlo e inmediatamente se dio cuenta de que algo andaba mal.

El animal se acercó a su dueño y trató de calentarlo, lamiendo su cara y sus manos y acurrucándose a su lado. «Gritaba pidiendo ayuda, pero el vecino más cercano estaba a un cuarto de milla de distancia», relató Bob. «Por la mañana mi voz se había ido, pero Kelsey seguía ladrando. Siguió pidiendo ayuda, pero nunca me dejó. Me mantuvo caliente y despierto. Sabía que tenía que aguantar.»

Durante 20 horas Kelsey permaneció al lado de su dueño, tratando de mantenerlo vivo cuando las temperaturas alcanzaron los -5°C. Fue rescatado por un vecino que se sintió atraído por el aullido del perro. Cuando los rescatadores llegaron, Bob estaba inconsciente, pero en buenas condiciones, gracias a la intervención del golden retriever Kelsey.

La historia terminó de la mejor manera posible, ya que los médicos pudieron corregir la compresión de las vértebras de Bob y el hombre volverá a caminar: «La mayoría de las personas con lesiones de columna ya no se mueven – dijo el neurocirujano que operó inmediatamente después del accidente -. Es una tragedia, pero cuando ocurrió, ocurrió. No sé si fueron las bajas temperaturas o la posición en la nieve lo que le salvó de la parálisis permanente».

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