Perros

Razas del perro doméstico. Origen y enfermedades actuales

Una vez que los lobos entraron en la vida cotidiana y social del hombre, aparecieron variaciones genéticas. Estas produjeron cambios en la forma física y de comportamiento totalmente aleatorios. En ese momento el hombre mantuvo las características más o menos similares genéticamente para él mediante la selección artificial. El perro doméstico, en comparación con otros animales de compañía, es la especie que más se ha diferenciado a lo largo del tiempo de su ancestro salvaje. Mediante transformaciones muy variables. Dando origen a muchas enfermedades actuales en las razas del perro doméstico.

La excepcional variedad de razas que se conocen hoy en día se debe a que la domesticación del perro tuvo lugar en diferentes partes del mundo. Partiendo de poblaciones de lupinos con características similares, pero influenciadas por el territorio de origen.

El descubrimiento, en Egipto y Asia, de pinturas que representan a perros con apariencia similar a los sabuesos hace pensar que se trata de una de las primeras razas reconocidas; así como de perros con apariencia similar a los mastines actuales, utilizados en la caza y la guardia. Las primeras razas y sus funciones se identificaron más claramente en la época romana. Durante miles de años el perro ha acompañado al ser humano. A través del estudio de los fósiles siempre se ha pensado que este vínculo se remonta a más de 15 mil años. Pero el análisis moderno del ADN mitocondrial ha demostrado que es tan antiguo como 50.000 años.

Abuso genético y enfermedades relacionadas en las razas del perro doméstico

Razas del perro doméstico. Origen y enfermedades actuales
Razas del perro doméstico

En los últimos ciento cincuenta años, se ha producido un debilitamiento progresivo de los perros en la cría como animales domésticos. Provocado por el apareamiento entre parientes más o menos cercanos, que se ha traducido en una reducción de la duración media de la vida, la aparición de enfermedades, malformaciones congénitas y una menor resistencia a las infecciones.

Las razones del uso indiscriminado del cruce entre animales de una misma raza. En la cría de razas puras hay que buscarlas en el hecho de que la mayoría de los rasgos físicos son genéticamente recesivos y, por tanto, tienden a perderse muy rápidamente en los cruces. A la hora de elegir los reproductores, el primer elemento a tener en cuenta no es la aptitud biológica del individuo. Es decir, la aptitud funcional, la capacidad física, la integridad reproductiva y la resistencia a las enfermedades, sino la estética, con la consiguiente propagación de los defectos genéticos.

La variabilidad es en cambio un elemento esencial en la naturaleza, para permitir la adaptación y el mantenimiento de las defensas inmunitarias. Debido a la actividad reproductiva imperante ejercida en algunas granjas, que producen un elevado número de cachorros, se van a crear modelos dentro de las razas. Los criadores, recurriendo a veces a cruces con sujetos ajenos a la cría, conducen a la homogeneización de los individuos de su cría. Debido a la consanguinidad y a la deriva genética, serán cada vez más parecidos entre sí.

De este modo, se crean verdaderos linajes, que a veces se extienden a otros pocos criadores que trabajan juntos; con todo esto la consanguinidad se extiende y la variabilidad se reduce.

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