¿Reconoce el conejo a su dueño?

La verdad es que ciertamente el conejo puede ser un animal un poco más complejo de entender, no ladra, no maúlla, pero tiene su propio lenguaje que aprender. Obviamente si encierras un conejo en una jaula, lo estás matando literalmente.

El conejo no será capaz de expresarse plenamente ni de mostrar todas sus cualidades. El conejo gruñirá si algo lo asusta o si quiere «atacar», salta de forma bastante desordenada si está muy contento, hace una especie de pequeño rechinamiento de dientes si lo acaricia y si estas caricias le complacen, se levanta sobre dos pequeñas patas si es curioso y quiere entender o mirar algo, nos lleva a la cabeza si desea atenciones…

Naturalmente se necesita tiempo para comprenderlo todo, y mucha paciencia, cualidad que falta a muchos, considerando que los más, parece, desean un peluche que no se ensucie, apenas coma y nunca se enferme, sino que, por el contrario, se acurruca durante horas sin emitir aliento.

 ¿Reconoce el conejo a la persona que lo cuida?

Honestamente no tengo dudas, la respuesta es sí. No solo reconocen la voz, sino que saben perfectamente que pueden confiar en ti y acercarse  sin ningún miedo.

Con un extraño esto no sucede, ni por supuesto reconocen el tono de la voz. La prueba que se hace para decir no a un conejo cuando empieza a rasgar una cubierta es obvia: Cuando se enfrenta al no de una persona, el conejo sigue haciendo lo que está haciendo sin importarle, cuando se enfrenta a mi no se detiene porque se da cuenta de que está haciendo un desastre o algo malo. Cuando dejo a mis conejos al cuidado de otros  amigos o en una pensión, me extrañan mucho y en cuanto los traen a casa expresan abiertamente su alegría saltando de alegría. Dicho esto, es imposible dudar de que un conejo no tiene la misma comprensión de las personas y los estados de ánimo que los tan cacareados gatos y perros. Sólo abre tu mente un poco más… ¡y tu corazón!